Disciplina: Dios ordena el mundo del ser humano

ESENCIALES – Elementos que producen crecimiento espiritual. Disciplina – Dios ordena el mundo del ser humano

2 Timoteo 2

Somos latin@s y muchos de nosotr@s presentamos una muy fuerte tendencia a la indisciplina y a la falta de dominio propio.

o Cuántas clases de algún instrumento musical abandonado?
o Cuántos libros sin terminar he dejado?
o Cuántas máquinas de ejercicios guardadas?
o Cuántas relaciones que Dios no aprueba aún siguen?
o Cuántas promesas siguen sin cumplirse?
o Cuántos TVs siguen en un canal y hora inconvenientes?
o Cuánto uso de Internet, no para ilustrar sino para corromper?
o Cuántos lugares siguen visitándose que no son correctos?
o Cuántos trabajos y tareas mediocres?
o Cuántas palabras dichas sin control?
o Cuántos malos hábitos siguen dominando mi vida?
o Cuántas veces manejo dominado por la ira o la irresponsabilidad?
o Cuántas veces la pereza me hace dejar para mañana lo que debo hacer hoy?
o Cuantos celos, resentimientos, y malacrianzas me sigo permitiendo?
o Proverbios 16:32 “...más vale dominarse a sí mismo que conquistar ciudades”
o ¡Buenas noticias! A la gente que tiene al E.S. viviendo en el corazón, Dios le permite desarrollar disciplina.
o La disciplina es la habilidad de desarrollar o retener mis impulsos, emociones y deseos, a través del ejercicio de la voluntad y por el poder y la fuerza del E.S.
o Proviene de Dios, pero nosotros lo llevamos a la práctica. Es un trabajo de equipo
“Practiquen el dominio propio” 1 Pedro 5:8.
o No debe ser confundido con sugestión, control mental, confesión positiva, etc. Que
dejando fuera a Jesucristo pone la clave del control en la capacidad del ser humano.
o El estado de Timoteo al recibir esta carta es el de alguien desanimado profundamente, probablemente la persecución, la soledad y la frustración que vivía en ese momento lo habían afectado fuertemente.

• Frialdad 1:6
• Temor 1:7
• Vergüenza 1:8
• Inestabilidad espiritual 1:13

o ¿Cuál fue el consejo de Pablo en ese momento? Le recordó todo el potencial que Dios ha puesto en nuestros corazones a través del E.S.
o Que no debía dejarse dominar por las circunstancias, más bien ejercer disciplina y dominio propio sobre su ser en el nombre del Señor.